Constantemente se desarrolla tecnología para usar cada vez menos las manos. Pudiendo beneficiar al progreso, o bien a los holgazanes.
Un perfecto ejemplo es una mesa de pinball (o flipper) expuesta en el CeBIT, y lo interesante es que no se juega con las manos, sino que se juega con la cabeza, es decir, con la mente.
La parte ridícula de esto viene cuando te pones una extraña especie de gorro, que además, tiene un nodulo que va conectado a tu nariz. Ambos aparatos leen las ordenes que manda el cerebro, y al acostumbrarse, ya puedes empezar a jugar sin tener que usar tus manos.
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